jueves, 27 de junio de 2013

Microrelato: Mitos


Somos dos tíos fuertes, ¿a que sí? - preguntó Pablo – ¡¡Mucho!! -confirmó David con diligencia. -Y temibles en combate, ¿no?- -¡¡ Los más fieros sin duda!!- aseguró su interlocutor con la mirada perdida en el horizonte. – Estos aldeanos cobardes son unos exagerados, no será tan grande como afirman – una sombra de duda teñía  la voz de Pablo. - Yo he visto a ese engendro del demonio,  he de decirte que los testimonios son fieles. Será mejor que prepares tu acero y temples tu ánimo amigo, en los años venideros se hablará de esta hazaña y de cómo Pablo y David vencieron a Goliat. ¿Pablo?, ¡¡ ¿dónde vas?!! -

lunes, 22 de abril de 2013

Medicina insólita


A Cristo le han dado el alta, echaré de menos a ése bendito loco y su nueva faceta de filósofo agnóstico. Todo gracias a la nueva medicación, hace unos meses estaba convencido de que era Dios. Yo también la tomo, mi trastorno obsesivo compulsivo no ha desaparecido, pero ha mutado en una insana obsesión por fumar en pipa y los enigmas. Por eso estoy aquí, agazapado entre los archivos del buen doctor, indagando.

La medicación de Cristo; cincuenta miligramos diarios de literatura de Nietzsche en cenizas, formato aspirina. La mía; quinientos miligramos de Arthur Conan Doyle. Elemental…

lunes, 4 de marzo de 2013

Apariencias que engañan


 

Salió de la ducha como un autómata al que le queda la cuerda justa para aguantar un día más. Agotada, somnolienta, presa de un letargo enquistado en lo más profundo de su ser. Se enfrentó a su reflejo, que pocos la reconocerían sin maquillar, apenas sí lo lograba ella. Sacó el neceser y se acercó hasta casi besar a aquella desconocida. Sombra de ojos, la línea del párpado para acentuar la mirada...En una hora estuvo lista.

Mientras caminaba por el hospital, sentía las miradas clavándose en su cuerpo, pero no le importaba. Ya estaba acostumbrada a los susurros y las burlas. Todo desaparecía cuando, sin avisar, entraba en la habitación de un niño y gritaba ¡¡¡¡¿Cómo están ustedes?!!!!

 

 

jueves, 21 de febrero de 2013

Microrelato: El impostor


Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas, están dormidos y no se percatan de nada, la mía también entra en juego. Me quedo con la de un tal Ramón. Antes de poder leer su ficha entra la enfermera.

-¿Señor Ramón?-

- Yo mismo- respondo.

-¿Y qué hace despierto? Venga, prepárese que le toca entrar a quirófano. - 

A mi edad y con las listas de espera que hay, cualquier apaño que me hagan bueno es. Me quedo dormido con la incertidumbre de qué me arreglarán esta vez.

Cuando despierto el cirujano me recibe dándome la buena nueva.

- Enhorabuena Ramona, ha salido todo bien.-

jueves, 14 de febrero de 2013

Micro relato: El rascacielos



El leve crujir de la viga de la que cuelga su padre, aullidos ofendidos del viento que parece preguntar cómo osamos invadir su morada, y el repiqueo incesante de los martillos, castigando el frío metal para ensamblar el esqueleto del primer coloso de Nueva York.

– ¿Estás bien papá?

- Ya te he dicho que sí. ¡Quieres dejarlo de una maldita vez! Estoy perfectamente, lo del otro día fue un descuido, nada más.

-¿Qué pasó?

- Te lo dije, se rompió la cuerda. A pocos metros del suelo noté algo que me agarró y frenó la caída. No sé qué era… un pájaro, un avión, pero era duro como el acero.

 FIN

 (Límite del relato 100 palabras, debe empezar con la frase final del último relato seleccionado)

 

martes, 12 de febrero de 2013

Relato ultracorto: El enamorado


 Cupido tuvo la culpa. Le compré unas gafas nuevas, el mejor arco que se puede conseguir con dinero, el lugar de la cita no podía estar mejor iluminado. A la hora de la verdad me señaló su carcaj vacío. 
Fin 

lunes, 21 de enero de 2013

Microrelato: Mil flores


Sergio admiraba la explosión de colores y aromas que cada primavera, poblaba aquellos prados por lo general inundados por un monocromático océano verde. 

Humildes margaritas, pitonisas del sí o el no, compartían modestas el espacio con petunias de cien colores, cada una dueña de su propia esencia. Dondiegos cuyas hojas asemejan el corazón de la dama que se quiere encandilar. Claveles, flor de los Dioses, formando pequeñas islas como haciendo piña. Tulipanes, indecisos la mayoría. Algunos eligen el púrpura, los más osados. La mayoría no obstante se conforma con un neutro tono blanco o rojo. Ostentosos crisantemos, incapaces de mantenerse en el anonimato con colores y dimensiones modestas.

Todas y cada una de ellas serán arrasadas en cuestión de horas, y es que el rebaño de Sergio tiene un paladar muy sibarita.